Programa de Intervención con Jóvenes

Charla coloquio sobre la Adicción a las Nuevas Tecnologías

El pasado día 16 de junio de 2017 tuvo lugar una charla coloquio sobre la Adicción a las Nuevas Tecnologías dentro del Programa de intervención con Jóvenes de Servicios Sociales

D. Antonio Soto González. Psicólogo General Sanitario. Técnico de Promoción de Salud del AGS Axarquía, compartíó en la mañana del viernes una charla coloquio con los jóvenes que participan libremente en el programa de jóvenes que desde Servicios Sociales lleva a cabo desde el mes de octubre poniendo colofón a una serie de charlas sanitarias en coordinación con la unidad de Trabajo Social de los centros de salud de Vélez Málaga. La adicción a las drogas, sustancias dopantes en el deporte o prevención de embarazos no deseados han sido charlas que se han llevado a cabo durante el curso. Esta última charla pone sobre la mesa algunas de las realidades con los que nos encontramos en el día a día de los jóvenes y nos dejan algunas frases que nos hacen pensar.

 

"La adicción a las nuevas tecnologías resta importancia al ocio, charlar o salir con amigos" “El 66,7% de los adolescentes entre 10 y 15 años ya tiene teléfono móvil propio — y son los jóvenes entre 16 y 24 años son los que más tiempo pasan "enganchados" al smartphone, una media de 3,4 horas diarias, según el estudio global 'Connected Life” "Desde que nace, se le pone al bebé el móvil, la tablet o la televisión con los dibujos animados y esto no favorece a la maduración de los circuitos cerebrales".


“Obesidad, disminución del rendimiento académico y de la atención, aumento de los conflictos sociales y familiares, deterioro de la comunicación, aislamiento o abandono de las responsabilidades. Estas son las consecuencias que tiene el uso incontrolado de las nuevas tecnologías”.

 

Abusar del teléfono móvil, de internet, de los videojuegos e incluso de las redes sociales puede diagnosticarse como adicción si se cumplen cuatro importantes factores: la necesidad de utilizar cada vez más los dispositivos tecnológicos; el síndrome de abstinencia, que cuando se prohíbe el uso se produzca una reacción psicológica contraria; una pérdida de control elevada, que intente reducir el tiempo que está conectado y que no pueda; y la pérdida de interés por realizar otras actividades de ocio.

 

"Si se levanta y lo primero que hace es conectarse a su teléfono móvil o internet, si empieza a descuidar las redes sociales, si tiene muchos cambios de humor y estados de ánimo irritables o genera conflictos la regulación del tiempo que puede estar conectado a internet" son algunas de las primeras señales que advierten de que algo está pasando. Uno de cada tres hogares cuenta con, al menos, una videoconsola y el 22,5% de la población se declara jugadora.

 

WhatsApp, ha supuesto "una revolución para el aumento de los casos de adicción y los problemas relacionados con la capacidad de estar conectados". De todos modos, al ser todavía poco conocido el mundo de las aplicaciones móviles, en lo que a su uso respecta "no hay criterios claros para la comunidad científica que determinen qué es lo problemático y desde qué límites puede considerarse trastorno aunque el exceso de tiempo dedicado a estas actividades quita protagonismo a otras actividades que permiten que vayamos creciendo y desarrollándonos de una manera más sana".

 

Información recogida en parte artículo de Noelia Pérez en el boletín “20 minutos”

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