Chema lo ha dejado con su novia de toda la vida porque cree que puede aspirar a algo mejor, pero de momento no está teniendo éxito en sus escaramuzas nocturnas. Por eso, cuando conoce a Claudia, cree que su suerte ha cambiado. Ella es divertida, está cañón, y lo que es más importante, parece muy interesada en él. El problema aparece cuando se hace evidente que Claudia sí que quiere a Chema, le quiere mucho, mucho... pero "como amigo".
En ese momento Chema tendrá que decidir: o pasar de una chica con la que no tiene ninguna posibilidad o esperar agazapado y estar alerta a la primera oportunidad que surja para entrarle a Claudia.