La concejala de Cultura y Patrimonio, Sara Sánchez, informa de que el Consejo de Gobierno ha acordado inscribir en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, con la tipología de Monumento, el Monasterio de Nuestra Señora de Gracia en Vélez-Málaga. Fruto de dos etapas constructivas en estilos renacentista mudéjar y barroco, es uno de los cenobios que mejor representa la tradición conventual de esta localidad malagueña durante los siglos XVI y XVII.
El monasterio comenzó a construirse en 1503, coincidiendo con la expansión de la antigua ciudad medieval amurallada, como parte del nuevo barrio extramuros en torno a la Puerta de Antequera. Las posteriores reformas barrocas se reflejan sobre todo en la iglesia y en su programa decorativo.
El conjunto se configura como un solo edificio de planta trapezoidal irregular integrado por la iglesia y el convento con su claustro, su huerto y su compás. El templo, edificado en el costado sureste, tiene planta de cajón de una sola nave, cabecera poligonal y coro elevado a los pies, cerrado por celosías de madera. En su muros interiores se adosan cuatro pares de columnas pareadas de orden corintio, sobre las que se levanta una cornisa y, a partir de ella, una bóveda de cañón apoyada en arcos fajones.
A ambos lados de la nave se abren óculos ovalados con un intenso programa ornamental de yeserías, molduras y volutas. La bóveda del presbiterio presenta igualmente una exuberante decoración de yeserías y adornos de rocalla dorada.
La parte conventual del edificio se organiza en torno a un claustro de planta rectangular, dos alturas y galerías cubiertas con arcos de medio punto sobre pilares octogonales de ladrillo en el primer piso y arcos sobre columnas con cimacios en el segundo.
En el ángulo suroeste del claustro destaca una pintura mural de finales del siglo XVI que representa a Jesús Nazareno portando la cruz. En la esquina noroeste, próxima a la huerta, se emplaza la escalera principal de tipo imperial y estilo barroco, con peldaños y paredes de azulejos policromados y bóveda ornamentada.
Las dependencias conventuales se completan con el refectorio (una sencilla sala rectangular que conserva su armadura de madera), las antiguas celdas de las monjas y una capilla con decoración pictórica de finales del siglo XVI.
Del exterior del conjunto destacan la torre-mirador de cuerpo cuadrado y la fachada principal, que acoge las portadas de acceso a la iglesia y al compás. La primera de ellas tiene triple arcada de medio punto, cancela de hierro forjado y cornisa con frontón, mientras que la segunda consiste en un arco de medio punto flanqueado por pilastras.
El decreto de inscripción en el Catálogo General del Patrimonio Histórico incluye el conjunto de bienes muebles vinculados al monasterio, actualmente depositados en el nuevo convento de las Hermanas Clarisas de Vélez-Málaga. Se trata de 55 obras, entre esculturas, pinturas, libros y obras orfebrería y textiles, datadas entre los siglos XVII y XX.
inalmente, la norma establece una zona de protección en torno al monumento, que abarca inmuebles y espacios públicos y privados de las calles San Julián, Compás, Félix Lomas, Martillo, San Isidro, Beatas, Las Tiendas y José Téllez Macías.
