El Ayuntamiento de Vélez-Málaga, a través del Plan de Iniciativa Urbana de toda la Villa, ha culminado los trabajos de reconstrucción de la muralla situada en la zona sureste de la alcazaba de 66.854 euros. También se ha contemplado la renovación del sistema de riego en el área ajardinada, por un total de 18.600 euros
La concejala responsable del Plan Urban, María José Roberto, la edil de Urbanismo e Infraestructuras, Cynthia García, y el concejal de Parques y Jardines, Marcelino Méndez-Trelles, visitaron las actuaciones que se han desarrollado en el entorno histórico conocido como la Fortaleza de Vélez-Málaga.
“Estos trabajos han sido cofinanciados con fondos europeos, un 80% corresponde a dicha aportación europea y el 20% de aportación municipal”, comentó la concejala responsable del Plan Urban, María José Roberto, indicando que en el caso de la muralla reconstruida “puede ser visitada por vecinos y turistas, y además esta adaptada para que por ella puedan pasar personas con movilidad reducida”.
La concejala de Urbanismo e Infraestructuras, Cynthia García, indicó que con estas actuaciones “se ha restituido la altura y el volumen que poseía esta edificación a finales del siglo XIX, y que así nos consta según la documentación existente. La obra ha seguido los mismos criterios que la reconstrucción de la torre, que se hizo a finales de la década de los 70 del siglo pasado, usando ladrillo macizo de cerámica veleña”.
El edil de Parques y Jardines, Marcelino Méndez-Trelles, resaltó que “hemos actuado también en la zona ajardinada, sobre una superficie de 2.000 metros cuadrados de los que en unos 1.100 metros se ha habilitado un sistema de riesgo más moderno, que nos va a permitir un ahorro tanto de agua como de energía”.
Los trabajos en la muralla también han contando con la instalación de una barandilla de madera y malla metálica que da continuidad a la existente en la zona así como una rampa que permite el acceso a personas con movilidad reducida.
Además, el perímetro recuperado permite contemplar la ubicación de lo que se conocía como patio de caballos, un espacio que se destinaba para albergar el ganado, y que además permite vistas a algunos de los monumentos emblemáticos de la ciudad, como es el caso de la ermita de la Virgen de los Remedios.